Sé que algunos pilotos
estarán familiarizados con este concepto, y créeme, no tiene nada que ver con Dios y sí mucho que ver contigo.
Hace un par de años asistí
a una exposición de la Fuerza Aérea en la cual encontré todo lo que a aviación
se refiere. Observé simuladores de vuelo, armamento de aviones y helicópteros,
armamento pesado para derribar helicópteros o aviones y una maqueta del
aeropuerto, entre otras cosas.
Como soy un poco curioso
cuando de aprender se trata, me acerque a todas y cada una de las exposiciones.
Por supuesto que en la gran mayoría hice preguntas. A Fuerza de ser sincero, una
de las exposiciones menos llamativas que había era de un helicóptero a escala.
Pero aun así me acerque e hice algunas preguntas. Para mi sorpresa, fue una de
las explicaciones que más me gustó de todas las exposiciones que pude ver ese
día.
Una de las cosas que más
captó mi atención fue la explicación de la “tuerca de Dios”.
Una tuerca como cualquier
otra tuerca, pero, ¿qué la hace tan especial?, ¿por qué alguien la llamaría así?
Pregunté.
Resulta que esa pequeña
tuerca asegura el rotor al mástil del helicóptero, sin ésta el rotor estaría
libre y nada lo sujetaría. En pocas palabras, esta pequeña tuerca es la que
sujeta la hélice al armazón del helicóptero. Imagínate lo que sucedería si
falla, es una pieza muy importante. Y he ahí porque le llaman “tuerca de Dios”.
No importa que tan pequeña
o insignificante parezca esa tuerca, es de suma importancia para el correcto
funcionamiento del helicóptero. Al igual que el lugar que ocupas en este mundo
es muy importante. Sé que algunas veces no lo parece y crees que lo que haces
es demasiado pequeño o quizá pienses que a nadie le importa. Pues déjame decirte
que no es así. Lo que haces y el lugar que ocupas es parte de algo más grande,
observa bien a tu alrededor y te darás cuenta que sin lo que tú haces, la tarea
no se podría completar. Ya sea en tu trabajo, tu universidad, tu colegio, tu
familia, tus amigos, donde sea.
No importa que tan pequeño
o insignificante te parezca, o a los demás. El lugar que ocupas y lo que haces
es importante.
No subestimes el trabajo pequeño, puestos pequeños, cargos pequeños, tareas pequeñas, etc. Aunque no lo
parezca son parte de algo más grande.
No te subestimes. Lo que
haces y lo que eres es realmente importante. Observa tu contorno, y cuando
pienses que lo que haces es muy pequeño, recuerda la “tuerca de Dios”.
Ten en cuenta: “Si te
crees demasiado grande para las cosas pequeñas, es que quizá eres demasiado
pequeño para las cosas grandes...”
Trascender es ser indispensable, en cada cosa que haces.
Que curioso porque la tuerca es muy grande, de hecho mide aproximadamente una cabeza en un helicpptero pequeño
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